Repetidas ocasiones hemos oído de un pitbull que sin mayor razón ha atacado a otro perro con el cual convivía pacíficamente. Y entonces nos preguntamos: ¿Qué le pasó? ¿Por qué razón hizo eso? Pues bien, aunque no podemos generalizar la respuesta, ya que siempre existirán muchas variables en cada situación, es muy importante conocer las características de esta raza.
La UKC (United Kennel Club) de los Estados Unidos reconoce a estos perros como excelentes compañeros de familia, muy amorosos, activos y sociables. Quien ha convivido con alguno lo sabe muy bien.

Pero, para mala fortuna del pitbull, por sus características de fuerza y perseverancia fue elegido hace muchos años para combatir en peleas.
Los criadores y fanáticos de la raza fueron desarrollando ejemplares que tuvieran características que sirvieran para sus fines. Así, los pitbulls fueron criados selectivamente para ocultar señales de advertencia antes de un ataque, regularmente no gruñen, no muestran sus dientes o no presentan una mirada fija y directa antes de realizar el ataque, es por ello que el perro atacado es tomado por sorpresa, así mismo no presenta signos de sumisión, no cede ante un ataque, tiene una elevada tolerancia al dolor; muerde y mantiene la mordida, sacudiendo su cabeza indefinidamente.
Los pitbulls fueron criados selectivamente para ocultar señales de advertencia antes de un ataque.
No todos los perros pitbull van a presentar un ataque súbito, pero ¿cuáles lo harán y cuáles no? Eso no puede predecirse con certeza. Los perros no son máquinas programables; el comportamiento de un perro tiene un componente genético, pero no es la expresión de un programa predeterminado. El campo del comportamiento animal aún tiene muchas áreas por entender.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Primero, es responsabilidad de los criadores de la raza, reproducir solo aquellos ejemplares con características amigables, sociables. Deberían evitar criar aquellos con tendencias a atacar repentinamente, para eliminar ese rasgo indeseable.
Segundo, es necesario establecer leyes que regulen su tenencia. En algunos países debes obtener un permiso para ser propietario de alguno de ellos, debes pasar por un examen psicológico y físico, no debes tener antecedentes penales y debes adquirir un seguro de responsabilidad civil, para cubrir los daños que en algún momento pudiera ocasionar.
Esta raza, como muchas otras, deben ser ejercitado regularmente y por periodos considerables, debe salir a pasear siempre con correa, debe ser supervisado en los juegos y la convivencia con sus compañeros de casa.

El problema no es la raza, sino lo que los humanos han hecho con ella. No es el pitbull que tienes en casa, es la fuerza de la naturaleza en las manos equivocadas. Si los pitbulls se vuelven difíciles de conseguir, los fanáticos de las peleas encontraran otra raza para lograr su fin.
Falta mucho por hacer, los perros y los otros animales en este planeta, no nos pertenecen, no somos dueños del mundo, debemos aprender a convivir, sin dañar.
Este artículo se publicó originalmente en la edición de mayo de 2015 de nuestro boletín informativo.