En la edición del 15 de abril del Informe Matutino de The Week, supimos que los gatos salvajes que viven en el Palacio Nacional de México no serán desalojados cuando finalice el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador a finales de este año. López Obrador ha designado a los 19 gatos como “activos fijos vivos”, término que “normalmente se aplica a muebles o edificios”, según The Associated Press. El tesoro de México ahora está obligado a alimentar y cuidar a los animales por el resto de sus vidas. “Los gatos hacen notar su presencia en el palacio, a veces incluso entrando a las reuniones presidenciales”. Esperamos que esos gatos hayan sido esterilizados.
El New York Times (16 de abril) informa que en Australia los gatos salvajes se han convertido en plagas tan desagradables, matando animales nativos en peligro de extinción, que están siendo cazados para proteger la vida silvestre vulnerable. Los gatos fueron introducidos en Australia por los colonos europeos en el siglo XVIII y desde entonces al menos 34 especies de mamíferos nativos se han extinguido. Según un ecologista australiano de vida silvestre, los gatos son “un importante contribuyente a la peor tasa de extinción de mamíferos en el mundo moderno”.