A veces es difícil detectar que una perra o gata ya ha sido esterilizada si no ha sido tatuada. Y los gatos machos esterilizados, pero sin tatuar, pueden confundirse con hembras cuando llegan a una campaña de esterilización. Más de una vez, una perra o gata han sido llevados a una campaña de esterilización y son anestesiados, para percatarnos de que ya habían sido esterilizados hasta después de que un cirujano hizo la incisión. Al tatuar a los animales esterilizados, evitamos someterlos tanto a ellos como a sus adoptantes a un trauma, molestias y gastos innecesarios.
Los tatuajes que hacen nuestros cirujanos son pequeños. Una vez que el pelaje vuelve a crecer, es difícil detectar un tatuaje sin un examen cuidadoso del área quirúrgica.
Traducción por Martín Lozano